25 de octubre, 2018 | Rossana Solorzano | Radio Tele
Una ballena de aleta muerta fue jalada hasta una playa de la costa del Mar Norte en Bélgica, atrayendo a mucha gente que no le importó el olor putrefacto.
Han pasado dos décadas desde que un cetáceo parecido terminó en una playa belga. La ballena de aleta, que puede pesar hasta 45, 000 kilogramos (49 toneladas), es el segundo animal más grande del mundo.
El jueves la iban a cortar en pedazos para deshacerse del animal antes de que se siga descomponiendo en la playa De Haan. El profesor Thierry Jauniaux, de la Universidad Liege, dice que los científicos tratarán de averiguar la causa de la muerte del cetáceo.
“Su nivel de grasa era muy bajo y estaba muy demacrado. También hay evidencias de algunos golpes”, dijo.